Abejas europeas y abejas africanizadas en México : la tolerancia a Varroa jacobsoni

Rémy Vandame1.2, Marc Colin1 y Gabriel Otero Colina2 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
1 INRA - Station de Zoologie & Apidologie - 84914 Avignon cedex 9 - Francia
2 Colegio de Postgraduados - Instituto de Fitosanidad - Campus Córdoba - 94500 Córdoba, Ver. - México

La diseminación del ácaro parásito Varroa jacobsoni en las abejas del mundo entero provocó el principio de varios programas de investigación. La mayoría de ellos se enfocaron en aspectos de lucha contra Varroa, sea por el uso de acaricidas de síntesis, sea por el uso de productos alternativos como son los aceites esenciales. Sin embargo, otros programas se centralizaron en aspectos más fundamentales de la biología de Varroa.

En el año 1988, el uso del fluvalinato pareció proveer una herramienta eficaz y de largo plazo para el control de Varroa. Desde entonces se generalizó este producto, provocando un abandono relativo de las investigaciones fundamentales. Sin embargo, los fenómenos recientes de resistencia de Varroa a los acaricidas de síntesis comprobaron los límites de los productos químicos. Hoy en día, nuevas moléculas se pueden utilizar, pero su duración de uso es limitada, así como el número de moléculas. Es claro que el control químico de Varroa, aunque pueda ofrecer una solución temporal a los apicultores, constituye en ningún caso una solución a largo plazo.

Este hecho justifica plenamente que se sigan las investigaciones fundamentales sobre la biología de Varroa, y sobre las relaciones abejas- Varroa. Tales investigaciones pretenden determinar y aprovechar los puntos sensibles del desarrollo de Varroa, para interferir con el desarrollo del ácaro. A pesar de su complejidad y del tiempo que requieren, sólo estas investigaciones permitirán descubrir una técnica de lucha contra Varroa, a la vez eficaz, de largo plazo, y respetuosa de las abejas y de sus productos.

En este enfoque de investigación fundamental, empezamos un trabajo en colaboración con el Colegio de Postgraduados, en México. En este país coexisten abejas europeas, sensibles a Varroa, y abejas africanizadas, tolerantes a Varroa. Proporcionamos aquí, en un articulo en tres partes, los resultados de nuestros trabajos.

En la primera parte, presentamos datos recientemente adquiridos sobre la biología de Varroa, entre otros sobre su ciclo de reproducción. Estos datos no nos son propios, pero son necesarios para el entendimiento de las dos partes siguientes. En la segunda parte, analizaremos los periodos y intensidades a los cuales aparece la tolerancia de las abejas a Varroa. En la tercera parte, finalmente, analizaremos los diversos factores de tolerancia de las abejas africanizadas a Varroa (fertilidad de las fundadoras, duración de operculación, atractividad de la cría, limpieza de las abejas adultas, limpieza de la cría infestada).

1. Generalidades sobre Varroa jacobsoni

El huésped de origen de Varroa es la abeja asiática Apis cerana, la que no tenía inicialmente contacto con Apis mellifera. El desarrollo de las trashumancias de las colmenas de abejas propició un contacto artificial entre las especies Apis cerana y Apis mellifera, lo que entrenó el paso de Varroa sobre Apis mellifera. Este cambio de huésped se hizo probablemente durante los años 40 ó 50. Desde entones, la parasitosis se extendió a velocidad creciente, siguiendo las trashumancias y los intercambios comerciales (la infestación de nuevas colmenas se hace por foresia). Varroa fue detectado en todas las colmenas soviéticas antes el fin de los años 60 ; en Europa del este, en los años 70 ; en Europa del oeste, a principio de los años 80. En paralelo, la invasión de las Américas se hizo a partir de Japón en los años 70 ; Varroa fue detectado en México en el 1992.

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Figura 1 : hembra Varroa adulta en vista ventral (a la izquierda)
y anterior (a la derecha); macho adulto en vista ventral (abajo)

El ácaro Varroa jacobsoni es forético y ectoparásito obligado de la abeja. "Forético" significa que se desplaza de una colmena a la otra siendo transportado por las abejas. "Ectoparásito obligado" significa que se trata de un parásito externo que no puede llevar vida libre. Fue descubierto por Jacobson, luego descrito en el año 1904 por el holandés Oudemans. El cuerpo de la hembra Varroa adulta es netamente adaptado al parasitismo y a la foresia, ya que tiene una forma elipsoidal, es deprimido dorso-ventralmente, y las ocho patas se terminan por una ventosa (ver fig. 1). La hembra mide alrededor de 1500

mm, en su máxima anchera, lo que es muy grande para un ácaro. El macho no está adaptado al parasitismo, ya que su cuerpo es casi esférico ; sólo mide 400 mm.

El individuo-clave del ciclo de desarrollo de Varroa es la hembra adulta, de ahora en adelante denominada "fundadora". Su vida alterna entre la fase reproductora y la fase forética. Examinemos aquí los fenómenos mayores que marcan estas dos fases, tal como fueron descritos en la especie Apis mellifera (ver fig. 2, al largo de las explicaciones).

2. Entrada de las fundadoras en la cría

La fundadora se reproduce exclusivamente en una celda de cría, generalmente después de un periodo forético. La entrada en la cría debe ocurrir a una edad de cría precisa, y constituye un punto crítico en la vida de Varroa. Entrar demasiado temprano significa, para la futura fundadora, un riesgo importante de ser detectada y retirada por las abejas antes la operculación de la cría. Entrar tarde no le es posible, ya que la cría es operculada ; es decir, herméticamente cerrada a toda entrada o salida.

Las fundadoras infestan la cría de obreras cuando las larvas pesan más de 100 mg ; es decir, durante las 15 horas anteriores a la operculación ; infestan la cría de zángano cuando las larvas pesan más de 200 mg ; es decir, durante las 45 horas anteriores a la operculación. Estas edades larvales corresponden todos a larvas llegadas al quinto estadio de desarrollo larval, o estadio L5 (ver fig. 2).

El uso de celdas artificiales transparentes en luz infrarroja permitió describir precisamente el proceso de entrada en una celda de cría (ver fig. 3). Después de haberse sumergido en el alimento destinado a la larva de abeja, la fundadora queda inmóvil hasta que inicia la fase de pupa, y sólo entonces empieza a poner.

Los factores que provocan y influyen en la entrada de Varroa foréticas en la cría todavía no son todos conocidos. La atractivad química de la cría parece ser el factor esencial provoca la infestación, lo que se comprobó por el uso de un olfactómetro (zona cuadrada, al centro de la cual se dispone una Varroa, la que tiene que escoger entre ir rumbo a un flujo de aire puro o rumbo a un flujo de aire que pasó sobre larvas de zánganos).

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Figura 2 : sincronizacion de los ciclos de desarrollo de la abeja y de Varroa.
En azul : desarrollo de la abeja (los numeros indican el numero de dias separando de la operculacion.
En rojo : desarrollo de la familia Varroa. La letra
w indica la postura de un huevo

Esteres de ácidos grasos (como el palmitato de metilo o el palmitato de metilo), emitidos naturalmente por las larvas de abejas con fin de provocar la operculación de las celdas por las abejas, comprobaron de esa manera una gran atractividad para Varroa. La hipótesis, entonces, es que las Varroa foréticas se guían en feromonas emitidas por la larva, con fin de penetrar en la cría al buen momento. Como experimentos similares no llegaron al mismo resultado, esta hipótesis queda controvertida. Es probable que otros grupos de moléculas intervengan en la atractividad de la cría. Además, factores mecánicos ciertamente tienen una importancia en la atractividad. Por ejemplo, el tamaño de las celdas, así como su prominencia o la distancia entre la larva y el borde de la celda, influencian sensiblemente la infestación ; estos elementos podrían explicar en parte la infestación más elevada de la cría de zánganos.

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Figura 3 : proceso de entrada de la fundadora Varroa en la celda (tomado de Boot et al., 1994).
Cuando una abeja, llevando una hembra Varroa foretica, se acerca de una celda, el ·caro deja la abeja
para bajar y caminar sobre el operculo de una celda vecina, entrar en la celda, caminar sobre la larva unos segundos,
y entonces deslizarse lentamente entre la larva y la pared de la celda. Este proceso tarda 65 segundos

3. Puesta de la fundadora

Inmediatamente después de la operculación de la celda y durante 36 horas, la larva se alimenta, pues empieza a tejer su capullo. La primera alimentación de la larva constituye un señal para la fundadora Varroa, quien sale de la fase inmóvil, sube sobre la larva y se alimenta por primera vez. Durante el tejido del capullo, la fundadora se desplaza rápidamente sobre la larva, para evitar de ser aplastada contra la pared de la celda, mientras empieza a alimentarse y a defecar.

Cuando el capullo ya ha sido tejido, la abeja entra en un estadio preninfal inmóvil, durante el cual la fundadora produce una acumulación fecal (AF ; ver fig. 4). Recorre la pared de la celda para escoger un lugar a donde defecar ; para las siguientes defecaciones, siempre regresará al mismo lugar. Esta AF será de gran importancia para el desarrollo de la descendencia Varroa, tanto para la fundadora como para sus descendientes. Durante la metamorfosis, los movimientos de la abeja tienden a alejar la fundadora de la AF, pero ella siempre logra regresar, lo que le permite no alejarse de la zona posterior de la celda, donde tiene que estar para poner sus huevos.

Después de haberse alimentado sobre la abeja, la fundadora Varroa pone por primera vez, 70 horas después de la operculación (ver fig. 2). La fundadora queda inmóvil durante un minuto, tocando la pared con su primer par de patas. Cuando su primer huevo emerge por el orificio genital sito cerca de la placa genitoventral, la fundadora lo mantiene contra la pared de la celda durante unos diez minutos, con sus dos primeras pares de patas. Eso permitirá al joven Varroa tener sus patas orientadas rumbo al substrato y caminar inmediatamente después de la eclosión del huevo. A lo máximo, la fundadora pondrá 6 huevos de esta manera, con un intervalo medio de 30 horas.

4. Desarrollo y apareamiento de la descendencia Varroa

Deposito de los primero y secundo huevo
Lugar de la acumulación fecal
Vista lateral de la prenínfa. En rayado : zona de contacto con la pared. En gris : excrementos de la abeja
Vista lateral de la nínfa joven. Asterisco : lugar de alimentación

Figura 4 : ocupación espacial de la celda de cría por la fundadora Varroa (tomado en Donzé et al., 1994)

Algunas horas después de la puesta, una larva de Varroa aparece dentro del huevo. Esta larva se cambia sucesivamente en protoninfa (la hembra tiene un cuerpo esférico y de pequeño tamaño), deutoninfa (la hembra tiene el cuerpo típicamente elipsoidal y aplastado del adulto, pero es de color blanco), y finalmente en adulto. La hembra adulta joven tiene el cuerpo café claro, mientras que la hembra de más de 24 horas de edad tiene el cuerpo café oscuro. La deutoninfa y el adulto macho se parecen a la protoninfa hembra, pero se distinguen de ella por su cuerpo más anguloso y de color ligeramente verde. El desarrollo completo tarda alrededor de 130 horas para una hembra, 150 horas para un macho (ver fig. 2). Este desarrollo es muy afectado por una mortalidad juvenil muy fuerte, particularmente de las deutoninfas. En promedio, sólo 1.45 hembras llegarán al edad adulto en una celda de hembra, contra 2.2 en una celda de macho.

Figura 5 (tomado Fries et al., 1994) : evoluciones de la población de Varroa en una colmena, en número de individuos, durante 1825 días (5 años)

Cuando la celda es infestada con una sola fundadora, el apareamiento sólo puede ocurrir entre el macho y sus hermanas, y es entonces consanguíneo. Casi siempre ocurre cerca de la AF, que entonces comprueba su importancia como lugar de encuentro. El macho se aparea con la primera hembra tan pronto como llega a la fase adulta. El apareamiento puede ser repetido hasta 9 veces. Cuando la segunda hija llega a ser madura, el macho abandona la primera hija para aparearse con ella. Si una tercera hija llega a ser adulta, se repite el mismo escenario.

Al contrario de lo que se creía hasta hace poco, una hembra Varroa puede ser fecundada únicamente en la celda donde nace. Luego, una parte de su aparato genital se destruye, lo que impide todo apareamiento. En las celdas donde el macho muere antes del apareamiento, las hembras quedaran estériles e infecundas para siempre ; esto puede ocurrir en 10% a 46% de las celdas.

5. Salida y diseminación de Varroa

Al momento en que emerge la abeja, una gran parte de la descendencia Varroa se queda en la celda. Las hijas fecundadas, tan pronto como salen de la celda, tratan de subir sobre las abejas, y así se vuelven foréticas. Las hijas inmaduras y el macho, privados de un aparato bucal que les permita alimentarse de las abejas, sobrevivirán poco tiempo.

Las hembras Varroa tienen una preferencia muy neta para las abejas nodrizas, más susceptibles de acercarse de la cría, lo que ofrece más oportunidades a los ácaros para entrar en la cría. Los demás Varroa, foréticas de abejas cosechadoras, constituyen el factor principal de la diseminación de la especie, ya que aprovechan la deriva de las cosechadoras y del pillaje para invadir nuevas colmenas. De esta manera, durante un día de gran actividad, hasta 70 Varroa por día pueden llegar a una nueva colmena.

El número de ciclos reproductivos realizados por cada hembra Varroa todavía no se conoce bien. En condiciones artificiales, se demostró que una fundadora puede realizar hasta 7 ciclos, así produciendo un potencial de 35 descendientes. Este número, sin embargo, es menor en condiciones naturales, ya que sólo 30% de las fundadoras realizan un primer ciclo reproductivo, 21% un secundo ciclo, y 14% un tercer ciclo.

6. Al nivel de la población

Examinemos finalmente la dinámica anual de la población de las Varroa de una colmena. Para evaluar el número de Varroa de una colmena sin tener que usar acaricidas, es posible extrapolar a partir de la mortalidad semanal, pero los resultados no son muy confiables. Es más confiable, pero también más laborioso, tomar muestras de cría y de abejas, para determinar la tasa de infestación, y extrapolar a toda la colmena.

Numerosos estudios revelaron de esa manera las evoluciones anuales del número de Varroa por colmena. Un estudio así llegó recientemente a un modelo de dinámica poblacional de Varroa. Este modelo, que presentamos aquí, permite determinar el desarrollo estándar de la población. La situación inicial considerada por este modelo es una población de 10 Varroa en la colmena (ver fig. 5).

Los ciclos de cría sucesivos permiten un crecimiento muy rápido de esta población : bastan cinco años a los 10 Varroa iniciales para dar una población de más de 15 000 individuos. Ya que el peso individual de una fundadora Varroa es de alrededor de 450

mg, el peso de la población Varroa es entonces de 6.75 g, o sea una milésima parte del peso total de las abejas de una colmena.

Hay que remarcar aquí que este modelo se basa en condiciones de clima nórdico, lo que bloquea la puesta de la reina durante 6 meses al año y provoca una reducción de 50% de la población de Varroa. En clima templado, y particularmente en clima mediterráneo, no hay bloqueo tan largo de la puesta, lo que implica un desarrollo todavía más rápido de la población. Esto comprueba la importancia de la invernación de las colmenas en zonas frías.

La población máxima de Varroa hospedada por una colmena de abejas es muy variable según los países considerados. En el sur de Europa, las enfermedades asociadas a Varroa hacen que, por lo regular, una colmenas de abejas se muera antes que la población de Varroa sea de 6 000 u 8 000 individuos (antes de 4 años, según el modelo). Pero la población puede llegar a un nivel mucho más alto en los países donde el ataque viral es menor : se observaron colmenas hospedando 20 000 Varroa en Alemania, o hasta 42 000 Varroa en Gran Bretaña.

Estos últimos datos reflejan el hecho de que el ácaro no es patógeno por su sencilla presencia. Si en el sur de Europa, las colmenas mueren de la presencia de tan solo 6 000 a 8 000 Varroa, es porque Varroa es patógeno por las enfermedades virales y bacterianas que activa o trasmite entre colmenas.

 Nota bene : la síntesis bibliográfica presentada aquí, así como los datos que serán presentados en las dos partes adicionales de este artículo, forman parte de la tesis de doctorado presentada por Rémy Vandame, en diciembre de 1996, a la Universidad de Lyon, Francia. Esta tesis es un documento de 120 páginas, en Francés, que interesara todos los que quieran profundizar el tema. Está disponible con el autor (Rémy Vandame - Route de Malval - 69670 Vaugneray - Francia ; e-mail : Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.), contra una participación de 100 FF o 2500 pesetas.

Mientras el uso de moléculas de síntesis comprueba sus límites en la lucha contra el ácaro Varroa jacobsoni, siguen las investigaciones fundamentales sobre la biología de este ácaro. Su objetivo es determinar y explotar los puntos sensibles del desarrollo de Varroa. Sólo tales investigaciones permitirán desarrollar una técnica de lucha contra Varroa, a la vez eficaz, de largo plazo, y respetuosa de las abejas y de sus productos.

En este enfoque de investigación fundamental, empezamos un trabajo en colaboración con el Colegio de Postgraduados, en México. En este país coexisten abejas europeas, sensibles a Varroa, y abejas africanizadas, tolerantes a Varroa. El objetivo de nuestro trabajo fue comparar la dinámica de poblaciones de Varroa en colmenas de abejas europeas y en colmenas de abejas africanizadas.

Proporcionamos aquí, en un artículo en tres partes, los resultados de nuestros trabajos. En la primera parte, publicada anteriormente, hemos presentado datos recientemente adquiridos sobre la biología de Varroa, entre otros sobre su ciclo de reproducción. En la segunda parte, aquí mismo, presentamos el principio de nuestro trabajo en México, donde comprobamos los periodos e intensidades a los cuales aparece la tolerancia de las abejas a Varroa. En la tercera parte, posteriormente, analizaremos los diversos factores de tolerancia de las abejas africanizadas a Varroa (fertilidad de las fundadoras, duración de operculación, atractividad de la cría, limpieza de las abejas adultas, limpieza de la cría infestada).

1. Lugar del estudio

El estudio se realizó entre los meses de agosto de 1994 y enero de 1996 en el Campus Córdoba del Colegio de Postgraduados, sito a algunos kilómetros de la ciudad de Córdoba (ver fig. 1). Esta ciudad está situada en el estado de Veracruz, al sudeste de México. A 800 metros de altitud, todavía pertenece a las tierras calientes ; es decir, que es excepcional que la temperatura baje a menos de 10°C. El clima, tropical húmedo, se caracteriza por un promedio anual de temperatura de 23°C y precipitaciones anuales de 3 000 milímetros. De este clima resulta una vegetación frondosa, y los alrededores del Campus están cubiertos por caña de azúcar, que provee alimentación a las abejas durante la cosecha, de diciembre a junio. A 2 kilómetros, distancia regularmente explorada por las abejas, se encuentran numerosos cerros cultivados de café, que también provee una alimentación a las abejas, al momento de la floración, en marzo y abril. La floración principal ocurre de enero a mayo, y permite la producción de miel.

Figura 6 : mapa de MÈxico y situaciÛn geogr·fica del sitio de estudios

2. Selección y observación de las colmenas

Las abejas de la especie Apis mellifera fueron introducidas en América en el siglo XVII, con el objetivo de mejorar la producción de miel, hasta entonces restringida a la baja producción de abejas como Melipona. Como consecuencia de la mala adaptación de las abejas europeas al clima ecuatorial, abejas africanizadas fueron introducidas en Brasil en 1956, así formando la base de la población de las abejas llamadas "africanizadas". Hoy en día, las dos subespecies (europea y africanizada) coexisten en México.

Figura 7 : determinación del Ìndice de Daly, o Ìndice de africanización. Como todos los niveles de hibridación entre abejas europeas y africanizadas son posibles, la determinación a simple vista es muy dificil. Con fin de seleccionar de manera objetiva colmenas de abejas netamente europeas y colmenas netamente africanizadas, hemos entonces usado un método morfomÈtrico. El Ìndice de Daly provee un valor de 0 para las colmenas perfectamente hÌbridas, un valor negativo para las colmenas europeas, y un valor positivo para las colmenas africanizadas. Entre 40 colmenas no tratadas contra Varroa desde m·s de un aÒo, seleccionamos 10 colmenas europeas (en azul) y 10 colmenas africanizadas (en rojo)

Ante todo, seleccionamos 10 colmenas europeas y 10 colmenas africanizadas, todas en equipo Dadant (ver fig. 2). Las colmenas seleccionadas se dispusieron en dos apiarios distintos, alejados de 500 metros uno del otro, con fin de limitar la infestación por deriva de las abejas cosechadoras. Para limitar el riesgo de accidentes consecutivos a la agresividad de las abejas africanizadas, éstas fueron establecidas en un bosque aislado del Campus, en realidad una pirámide Olmeca. Las colmenas se manejaron como si fuera para una empresa apícola normal ; una revisión mensual permitió determinar el estado sanitario, y sobre todo estimar lo más precisamente posible la superficie de cría abierta, cría cerrada, miel y polen. Limitamos esta medida a una estimación visual de las superficies, de poca perturbación para las abejas. Se tiene que precisar que el número de celdas de cría de zánganos siempre fue muy bajo.

Figura 8 : número medio de panales ocupados por las colmenas de abejas europeas (a la izquierda)
y africanizadas (a la derecha), de agosto de 1994 a enero de 1996.
La flecha indica el refuerzo de las colmenas con 2.5 panales de cría.
Solo eso explica la supervivencia y la producción de miel de esas colmenas

Las abejas africanizadas ocuparon un promedio de 6 panales, con pocas variaciones anuales (ver fig. 3), lo que refleja probablemente una buena adaptación al clima tropical. El periodo de floración, de enero a junio, es bien marcado, mientras otras floraciones pueden ocurrir a periodos variables. Es la razón por la cual las abejas africanizadas siempre tienen cría en baja cantidad, por lo que estan siempre listas para empezar a cosechar a la menor floración, pero también evitan el riesgo de una alta mortalidad de la cría, en caso de un largo periodo sin floración. La gráfica muestra netamente el periodo de cosecha de néctar y polen, lo cual se traduce en un refuerzo de las colmenas, de febrero a junio. Las colmenas europeas ocupan un promedio de 5 panales. A partir de agosto, en lugar de debilitarse ligeramente, como hacen las africanizadas, se hunden por completo. En enero, casi se mueren, por lo cual se tienen que reforzar, mediante la introducción de 2.5 panales de cría sana por colmena. Veremos que este hundimiento se debe a Varroa.

3. Dinàmica de las poblaciones de Varroa

Dos fases alternan la vida de una fundadora Varroa : la fase forética, durante la cual Varroa vive sobre la abeja adulta, y la fase reproductora, durante la cual Varroa vive en la cría (ver parte 1, fig. 2). En consecuencia, la población de Varroa se compone de una población de Varroa foréticas y de una población de Varroa de la cría.

a. Población de Varroa de la cría

Una muestra de cría de obreras es colectada cada mes en cada colmena. Las muestras, de una superficie de 20 cm2, contienen alrededor de 250 celdas de cría. En le laboratorio se abren 50 celdas de cada muestra, para determinar el porcentaje de celdas infestadas con Varroa ; es decir, la tasa de infestación. En las celdas infestadas se determina el número de fundadoras con precisión.

En las colmenas europeas, la tasa de infestación media de la cría es de 28% (ver fig. 4). Es de 5% en agosto, después crece fuertemente hasta enero, hasta alcanzar el 50% ; eso explica muy probablemente el hundimiento de las colmenas observado anteriormente. Después del refuerzo de las colmenas con cría sana, la tasa de infestación baja a 20%, y se mantiene estable hasta agosto. A partir de este momento, la infestación crece nuevamente, como el año anterior.

En las colmenas africanizadas, la tasa de infestación media de la cría es de 11%. Cuando es también de 5% en agosto, crece como en las colmenas europeas, para alcanzar un 20% en octubre. Después, de noviembre a febrero, aparece un fenómeno nunca descrito en la literatura : la disminución de la tasa de infestación a lo largo del tiempo, hasta llegar a un valor de 8%, y mantenerse estable hasta agosto. El modelo del primer año se repite entonces, con un aumento y un descenso de la tasa de infestación.

Figura 9 : tasa de infestación de la cría por una, dos o varias fundadoras Varroa, para las colmenas de abejas europeas (a la izquierda) y africanizadas (a la derecha), de agosto de 1994 a enero de 1996. La flecha indica el refuerzo de las colmenas con 2.5 panales de cría. Sólo eso explica la supervivencia y la disminución de la tasa de infestación en esas colmenas. En las colmenas africanizadas, al contrario, la tasa de infestación disminuye espontáneamente, sin ninguna intervención exterior

La tasa de infestación, multiplicada por el número de celdas de cría operculada, da el número de Varroa contenidos en la cría (ver fig. 5). Este número sigue precisamente la variaciones de la tasa de infestación descritas anteriormente, con una excepción : en enero de los dos años, hay menos de 1000 celdas de cría operculada en las colmenas europeas, lo que provoca una bajada muy importante en la población de Varroa de la cría.

Figura 10 : estimación del nùmero de Varroa foréticas (es decir que est·n sobre las abejas adultas), del nùmero de Varroa de la cria, y de la población total, en nùmero de individuos por colmena, para las colmenas de abejas europeas (a la izquierda) y africanizadas (a la derecha), de agosto de 1994 a enero de 1996. La flecha indica el refuerzo de las colmenas europeas

b. Población de Varroa foréticas

Una muestra de 100 abejas adultas se toma mensualmente en cada colmena. Estas abejas son sumergidas en alcohol etílico a 50% durante algunos minutos. Entonces las Varroa son separadas de las abejas y contadas. El número de abejas por colmena es estimado, luego multiplicado par la tasa de infestación de las abejas adultas ; eso da una estimación del número de Varroa foréticas (fig. 5).

En las colmenas africanizadas, la población de Varroa foréticas es muy estable. Varía mucho más en las colmenas europeas, y tiene dos picos, en enero de los dos años ; es decir, cuando las colmenas casi no tienen cría. Eso indica que en enero, las Varroa que no estaban sobre las abejas se habían vuelto foréticas.

c. Población de Varroa total

En las colmenas europeas, la población media de Varroa es de 2835 Varroa, para un población media de 19 891 abejas, es decir una proporción abeja/Varroa de 14.2% ; en las colmenas africanizadas, la población media es de 1 513 Varroa para 28 423 abejas, o sea una proporción de 5.3%. Mientras que sólo el hundimiento de las colmenas limita el crecimiento de la población de Varroa de las colmenas europeas, aparece que, por una razón desconocida, la población de Varroa de las colmenas africanizadas se mantiene en un número de 2 500 ácaros. Sin embargo, ese nivel es importante y, aunque es superior a los niveles encontrados en los casos de tolerancia de Apis cerana y Apis mellifera en Brasil o en Papua, la población encontrada en esas colmenas nunca llega a un nivel capaz de provocar daños graves.

Estos datos nos permiten de concluir que, como las de Brasil, las abejas africanizadas en México son tolerantes a Varroa. En la tercera parte de este artículo, investigaremos los factores responsables de esa tolerancia.

4. Examen de la descendencia Varroa

Uno de los raros casos bien conocidos de tolerancia de las abejas a Varroa, a la fecha, es el de la abeja africanizada en Brasil. En este país, la tolerancia parece deberse principalmente a la infertilidad de una parte de las fundadoras. En nuestro caso también, conviene entonces determinar la proporción de fundadoras fértiles.

Durante el examen mensual de la muestras de cría, todos los estadios de desarrollo de Varroa son cuidadosamente colectados. La colecta de los huevos es el punto sensible de este trabajo, ya que por su pequeño tamaño y su color blanco, se confunden fácilmente con la pupa de abeja. El estadio de desarrollo de todos los miembros de la descendencia Varroa es identificado con base a la morfologia de los individuos (ver parte 1). La protoninfa se caracteriza por la presencia de 3 pares de sedas intercoxales ; su sexo no se puede determinar visualmente. La deutoninfa, macho o hembra, se distingue por los 5 ó 6 pares de sedas de la región intercoxal. La deutoninfa hembra tiene el cuerpo típicamente elipsoidal y aplastado del adulto, pero mantiene el color blanco. La hembra adulta joven tiene el cuerpo café claro, mientras que la hembra de más de 24 horas de edad tiene el cuerpo café obscuro. Estos dos últimos estadios se distinguen también por el hecho que, en la hembra joven, la placa esternal es poco esclerosada alrededor de las patas, mientras que, para la hembra vieja, es fuertemente esclerosada. El adulto macho se parece a la protoninfa hembra, pero se distingue de ella por su cuerpo más anguloso y de color ligeramente verde.

Figura 11 : cálculo de la composiciÛn de la descendencia Varroa a la emergencia de la abeja (promedio por fundadora, para las colmenas europeas (a la izquierda)
y africanizadas (a la derecha), de agosto de 1994 a enero de 1996

Estos datos nos permiten determinar el número medio de descendientes de cada estadio, para cada fundadora. En realidad, sólo el número de hijas adultas y fértiles por fundadora es interesante ; para determinarlo, consideramos fértil la descendencia en las celdas que contenían un macho, y estéril en las celdas sin macho.

Durante los 18 meses del estudio y en las 20 colmenas estudiadas, 16 210 celdas de cría fueron abiertas bajo el estereoscopio, de las cuales 2 898 estaban infestadas por Varroa. Mes tras mes, la descendencia a la hora de la emergencia fue determinada para todas las celdas infestadas, y el promedio fue calculado para todas las celdas (ver fig. 6). Aparece que la descendencia es casi constante al largo del tiempo. En las 20 colmenas observadas, las fundadoras producen un promedio de 0.83 machos, 1.30 hijas adultas y fértiles, 0.05 hijas infértiles, y 1.22 hijas inmaduras.

Estos mismos datos nos permiten determinar la tasa de fertilidad de las fundadoras Varroa ; es decir, la proporción de ellas que se reproduce. Globalmente, la tasa de fertilidad es, aquí también, casi constante, y 77.8% de las fundadoras se reproducen en las colmenas europeas, contra 77.4% en las colmenas africanizadas. Estos valores son muy comparables a los porcentajes habituales de reproducción en Europa o para las abejas europeas de Brasil.

En conclusión, todas las fundadoras producen la misma descendencia, según la misma cronología. Eso significa que, al contrario de Brasil, la tolerancia de las abejas africanizadas en México no se debe a la infertilidad de las fundadoras.

5. Conclusiones

Con base en 18 meses de observaciones, hemos podido demostrar que las abejas europeas, en México, como las de Europa y del resto de América, son sensibles al ácaro Varroa jacobsoni. El término de sensibilidad de las colmenas europeas expresa el hecho que, fuera de tratamiento, esas colmenas mueren a causa del desarrollo rápido de las poblaciones de Varroa.

Al contrario, las abejas africanizadas de México son tolerantes a Varroa. Utilizamos el término de "tolerancia" más bien que el de "resistencia", para expresar el hecho que esas colmenas soportan una población de Varroa importante (hasta 2 500 individuos), que ciertamente afecta a las colmenas, pero que sin embargo es soportable. Al contrario, el término de resistencia expresaría el hecho que las colmenas no sufrieran para nada de la presencia de Varroa, lo que sería el caso si las poblaciones de este parásito fueran reguladas a un nivel muy bajo.

Conviene precisar aquí que, si la población de Varroa de las colmenas africanizadas es alta una parte del año, luego disminuye mucho. Se trata de la primera originalidad de nuestro trabajo : describimos por primera vez una disminución de la población de Varroa de una colmena.

Por cierto, la pregunta inmediata, a la cual trataremos de contestar en la tercera parte de este artículo, es de saber cuáles factores pueden explicar la tolerancia de las abejas africanizadas a Varroa. De antemano, y se trata de la segunda originalidad de nuestro trabajo, hemos comprobado que la fertilidad de las fundadoras Varroa no permite explicar la tolerancia. En todos los demás casos de tolerancia, la infertilidad de todas o parte de la fundadoras es el factor principal de la tolerancia. En nuestro caso, al contrario, hay tolerancia a pesar de una tasa normal de fertilidad ; nos enfrentamos a un situación de gran calidad para estudiar la importancia de otros factores de tolerancia.

Mientras el uso de moléculas de síntesis comprueba sus límites en la lucha contra el ácaro Varroa jacobsoni, siguen las investigaciones fundamentales sobre la biología de este ácaro. Su objetivo es determinar y explotar los puntos sensibles del desarrollo de Varroa. Sólo tales investigaciones permitirán desarollar una técnica de lucha contra Varroa, a la vez eficaz, de largo plazo, y respetuosa de las abejas y de sus productos.

En este enfoque de investigación fundamental, empezamos un trabajo en colaboración con el Colegio de Postgraduados, en México. En este país coexisten abejas europeas, sensibles a Varroa, y abejas africanizadas, tolerantes a Varroa. El objetivo de nuestro trabajo fue comparar la dinámica de poblaciones de Varroa en colmenas de abejas europeas y en colmenas de abejas africanizadas.

Proporcionamos aquí, en un artículo en tres partes, de cuales dos fueron publicadas anteriormente, los resultados de nuestros trabajos. En la primera parte, hemos presentado datos recientemente adquiridos sobre la biología de Varroa, entre otros sobre su ciclo de reproducción. En la segunda parte, hemos presentado el principio de nuestro trabajo en México, donde comprobamos los periodos y intensidades a los cuales aparece la tolerancia de las abejas a Varroa. Las conclusiones principales fueron : 1) la tolerancia de las abejas africanizadas de México a Varroa, ya que describimos por primera vez una disminución de la población de Varroa en esas colmenas ; 2) un tasa normal de fertilidad de las fundadoras, al contrario de todos los demás casos de tolerancia conocidos.

En la tercera parte, aquí mismo, analizamos los diversos factores susceptibles de explicar la tolerancia de las abejas africanizadas a Varroa (fertilidad de las fundadoras, duración de operculación, atractividad de la cría, limpieza de las abejas adultas, limpieza de la cría infestada).

1. Atractividad de la cría

Como lo hemos visto anteriormente, el hecho de entrar en una celda de cría adecuada y al buen momento es, para una fundadora Varroa, una condición previa capital para su reproducción (ver parte 1, § 2). Parece existir un equilibrio entre la atractivad de las abejas adultas, con fin de diseminación, y la atractividad de la cría, con fin de reproducción. Un cambio en este equilibrio puede provocar un atractivad superior de la cría, y entonces la entrada de la fundadora en la celda. Al contrario, una cría poco atractiva puede limitar las posibilidades de reproducción para Varroa, y entonces explicar la tolerancia de algunas colmenas de abejas.

En nuestro caso, trabajamos directamente en las colmenas más bien que en condiciones controladas de laboratorio, con fin de probar la atractividad de la cría en condiciones lo más parecidas posible a las naturales. La idea básica es encerrar durante 24 horas algunas abejas cargadas de Varroa foréticas, sobre una zona de cría que contiene larvas viejas ; las abejas operculan entonces la mayoría de la cría, lo que permite determinar la proporción de ácaros que entran en la cría durante este tiempo. Idea sencilla, de cual el problema principal es fabricar una jaula a donde las abejas queden en contacto con las abejas de la colmena, sin que ni la primeras salgan, ni las segundas entren (ver fig. 1). Esta jaula tiene que ser completamente impermeable al paso de Varroa, a pesar de su pequeño tamaño (1.1 x 1.5 mm).

 


Figura 12 : plan de un panal de cria, con la jaula utilizada para medir la atractividad de la cria

Las dimensiones interiores de la jaula son fijadas en 4 x 4 cm, así cubriendo alrededor de 150 celdas de cría ; la altura es de 1 cm, lo que permite a las abejas del interior moverse libremente, y a las abejas del exterior desplazarse sobre la jaula, y así estar en contacto con las abejas del interior. Las paredes de la jaula deben medir al menos 3 cm de ancho, para cubrir varias celdas, lo que fue la única manera de impedir la salida de las Varroa, pero también de impedir que las abejas tuvieran tiempo para excavar abajo de las paredes en 24 horas de experiencia. El material utilizado para las paredes no puede ser madera, ya que su rigidez no le permite bien cerrar las celdas cubiertas ; el unicel, muy pronto despedazado, tampoco conviene ; finalmente el hule espuma conviene más, ya que cierra herméticamente las celdas cubiertas, y que las abejas no lo pueden despedazar. Esa jaula se cierra con una malla de plástico de 10 x 10 cm ; la malla, de 0.5 mm, impide el paso de Varroa. La jaula finalmente es fijada sobre el panal con dos ligas elásticas.

Para realizar la prueba, se escogen seis colmenas equivalentes en fuerza y en tasa de infestación (3 europeas y 3 africanizadas) ; 4 abejas se colectan en cada colmena. Por otra parte, se escoge una colmena híbrida fuertemente infestada por Varroa ; 10 abejas cargadas de una Varroa cada cual se colectan en esa colmena. Las 34 abejas y 10 Varroa así colectadas se guardan juntas una hora, en el laboratorio. Por otro lado, se colecta un panal con cría a punto de ser operculada en cada una de seis colmenas. Los 34 abejas y 10 Varroa se encierran en la jaula, sobre una zona que contiene un mínimo de 100 larvas viejas y algunas celdas llenas de miel. El panal es entonces colocado en su colmena de origen por 24 horas. Eso se repite en las seis colmenas.

Después de 24 horas se colectan nuevamente esos panales, para llevarlos al laboratorio. Se anestesian las abejas con CO2, luego se abren las jaulas, para contar el número de Varroa que se encuentran todavía sobre las abejas. El examen de las celdas de cría operculadas (entre 60% y 80% de la cría) permite verificar que las demás Varroa esten en la cría.

El examen de los resultados revela que las dos terceras partes de las Varroa entraron en la cría de abejas europeas, cuando una tercera parte permaneció forética (ver fig. 2). Al contrario, sóla una tercera parte de las Varroa entraron en la cría de abejas africanizadas, cuando las dos terceras partes permanecieron foréticas. Podemos concluir de este experimento que la cría de abejas europeas es dos veces más atractiva para Varroa que la cría de abejas africanizadas.

Figura 13 : proporción de Varroa entrando en la cria o demorando foréticas, durante la prueba de atractividad

Varios razones podrían explicar esta diferencia de atractividad. Las abejas y las Varroa dispuestas al interior de cada jaula se colectaron en las mismas colmenas, y entonces no pueden ser el origen de la diferencia. Al contrario, las abejas del exterior de la jaula, las ceras y las larvas operculadas al interior de las jaulas, son propios de cada colmena, particularmente de cada subespecie de abeja. Uno de los tres elementos (abejas, cera y larvas) o su combinación, ciertamente actúa para influenciar la infestación. Experimentos a base de intercambios entre colmenas, tras-larves o intercambios de cría, desde colmenas europeas hasta colmenas africanizadas (etc.) aportarían informaciones preciosas. A nivel de las larvas, estudios comparativos de las señales químicas darían elementos fundamentales para seguir nuestro estudio, para un mejor entendimiento de la biología de Varroa, y para una técnica de control de este parásito.

2. Duración de operculación

Seguido se ha dicho que una corta duración de operculación sería un factor importante de la tolerancia. Sin embargo, el número medio de hijas adultas y fértiles por fundadora es ya restringido (en promedio de 1.2) ; un estudio reciente de la cronología del desarrollo de Varroa comprobó que solamente una duración de operculación reducida a menos de 10 días permitiría disminuir notablemente este promedio (ver parte 1, fig. 2). Como la duración de operculación regularmente es de 12 días, tal reducción parece muy improbable. Nos parecía sin embargo importante medir este parámetro.

El protocolo experimental consiste en seleccionar, en seis colmenas diferentes (3 europeas y 3 africanizadas), una zona de cría vieja de 40 cm2. Esta zona es marcada con una señal colorada en cada ángulo, luego fotografiada cada 8 horas ( a las 1h, 9h y 17h) durante 3 días. Diez días después de la operculación de la primera celda, las zonas de cría son nuevamente fotografiadas, cada 8 horas durante 3 días, con fin de determinar la hora de emergencia de las abejas. Ya que la apertura de las colmenas en medio de la noche es perturbadora para las colmenas, la fotografía de los panales se hizo en el apiario mismo, lo que fue realizable con ayuda de una lámpara eléctrica y un rollo de alta sensibilidad (ASA 1000).

El examen posterior de las fotografías permite determinar, para cada celda de cría observada, la hora aproximada de la operculación de la celda, y la hora de emergencia de las abejas ; la duración de operculación de la celda se puede entonces determinar, con una precisión de cuatro horas. Tanto las curvas de frecuencias acumuladas como los histogramas hacen aparecer una distribución muy similar de las duraciones de operculación de colmenas europeas y africanizadas (ver fig. 3). De hecho, el promedio de las duraciones de operculación es de 278.9 horas (o sea 11.62 días) en las colmenas europeas, contra 278.4 horas (o sea 11.60 días) en las colmenas africanizadas. La igualdad de la duración de operculación significa que este factor no puede ser responsable de la tolerancia de las abejas africanizadas a Varroa. Este resultado es conforme con la igualdad de composición de la descendencia de las fundadoras Varroa de los dos tipos de colmenas que se observó anteriormente.

No se pudo medir la temperatura de incubación de la cría, por falta de material adecuado. Sin embargo, se sabe que la correlación es muy fuerte entre la temperatura de la cría y la duración de operculación, lo que significa que la temperatura de incubación es equivalente en las diferentes colmenas. Es entonces claro que ni la duración de operculación de la cría, ni su temperatura, tienen importancia para explicar la tolerancia de las abejas africanizadas en México.

Figura 14 : curvas acumuladas (a la izquierda) e histograma (a la derecha) de las frecuencias de duraciones de operculacion (en horas)
de 451 celdas de abejas europeas y 484 celdas de abejas africanizadas

3. La limpieza de las abejas adultas

Durante algunos años, se supuso que el factor determinante de la tolerancia de Apis cerana a Varroa era el comportamiento de limpieza de las abejas adultas. Sin embargo, se comprobó recientemente que el resultado principal de este comportamiento era que Varroa cambie de abeja, y no como se había sugerido inicialmente la eliminación de los ácaros por las abejas. En nuestro caso, la situación de coexistencia de abejas tolerantes y sensibles nos permitió verificar y cantificar la importancia de este comportamiento.

a. Comportamiento de las abejas

Las observaciones se hicieron en dos colmenas de vidrio que contenían un único panal (volumen interior : 50 x 35 x 5 cm). En cada colmena se introduce un panal lleno de cría de todos estadios (huevos, larvas, pupas y abejas naciendo), con alrededor de 2500 abejas y una reina. Uno se toma en una colmena europea, el otro en una colmena africanizada. Las dos colmenas se guardan dentro del laboratorio, un tubo transparente permite a las abejas de salir para pecorear ; el lado exterior del tubo se enreda con un papel de color, cual permite a las abejas de reconocer fácilmente su entrada. Una cobija mantiene las colmenas en la obscuridad, y se retira solamente durante el tiempo de las observaciones.

Por otra parte, un panal de cría fuertemente infestada se toma en una colmena y se guarda a la incubadora (32°C ; 70% HR), para que emerjan abejas cargadas de hembras Varroa adultas. Estas Varroa se colectan, se marcan con un punto de pintura para reinas, y se colocan nuevamente sobre las abejas durante 24 horas, lo que les permite perder el olor a pintura, olor capaz de señalarles a las abejas. Una hembra Varroa se colecta con un pincel fino humidificado, y se deposita por una pequeña apertura sobre una abeja de un de las colmenas de vidrio. El comportamiento de las abejas se observa durante los 8 minutos siguiente el depósito, tiempo dividido en seis periodos : 30"-1' ; 1'-2' ; 2'-4' ; 4'-6' ; 6'-8'.

La manipulación se repite diez veces consecutivas, en un tiempo total de 1h40. Dos horas después, los ácaros se buscan cuidadosamente sobre las abejas y en el fondo de las colmenas, para contarlos. El experimento se repite cinco veces, lo que involucra 50 Varroa por colmena. Los panales se colocan nuevamente en las colmenas originales, y se toman panales de otras colmenas. El triplicado implica a 150 Varroa para cada subespecie de abeja.

Durante cada periodo de observación, se buscan cuatro eventos :

  1. un comportamiento de auto-limpieza (auto-grooming behavior) ; es decir, un cepillado por la abeja de su propia cabeza, de su tórax y de su abdomen, ayudándose con su primer y su tercer pares de patas ;
  2. un comportamiento de alo-limpieza (allo-grooming behavior) ; es decir, una limpieza de la abeja por sus congéneres. Esas buscan activamente el ácaro, recorriendo todo el cuerpo de la abeja infestada con sus antenas. Nuestras observaciones no permitieron detectar un comportamiento de alo-limpieza tan activo como en el caso de Apis cerana. En esta especie, las abejas suben sobre la abeja infestada, hasta le abren sus alas para tratar de capturar Varroa con sus mandíbulas. En nuestros experimentos, las abejas recorrieron el cuerpo de la abeja infestada con sus antenas, cuando más, pero nunca capturaron el ácaro depositado ;
  3. el cambio de huésped. Debido al comportamiento de las abejas, la hembra Varroa depositada pasa sobre otra abeja ;
  4. la caída ! Todavía debido a este comportamiento, la hembra Varroa puede caerse de la abeja, comportamiento eficaz solamente si cae hasta el fondo de la colmena. En numerosos casos, sin embargo, ni este comportamiento es eficaz, ya que el ácaro caído logra a subir sobre una abeja junto a él.

Examinando los resultados (ver fig. 4), aparece que 80% de las abejas africanizadas tienen una reacción de auto-limpieza en los 30 segundos consecutivos al depósito, contra sólo 58% de las abejas europeas. Esta reacción va decreciendo a lo largo del tiempo, y casi no se puede observar después de 8 minutos en las colmenas europeas, 10 minutos en las africanizadas.

Figura 15 : comportamiento de 150 abejas de cada subespecie, durante 8 minutos siguiente el deposito de una fundadora Varroa,
y resultado de este comportamiento. En ordenada se indica el porcentaje de casos en cuales se observa cada tipo de comportamiento

La alo-limpieza es casi inexistente durante el primer minuto después del deposito ; es decir, mientras la abeja está ocupada en limpiarse ella misma. Luego, incapaz de lograr su objetivo, la abeja estimula a sus congéneres con contactos antenarios ; las demás abejas se acercan entonces, y recorren el cuerpo con sus antenas. Durante el segundo minuto de observación, 57% de las abejas africanizadas tienen este comportamiento, contra 44% de las europeas. Como para el comportamiento anterior, la allo-limpieza va desapareciendo a lo largo del tiempo, y en pocos casos, se puede todavía observar al término de los 8 minutos.

El resultado de este comportamiento higiénico sobre Varroa se puede estimar en número de ácaros que cambian de abeja. De 150 Varroa depositadas, 57 cambiaron de huésped en las colmenas africanizadas, contra sólo 25 en las colmenas europeas. La mayoría de esos cambios ocurre en el segundo minuto de observación. En las colmenas africanizadas, sólo 15 de las 150 Varroa cayeron de las abejas al fondo de las colmenas, debido al comportamiento de las abejas, contra 9 de las 150 Varroa en las colmenas europeas.

En las colmenas europeas, dos horas después de los depósitos, aparece que 139 Varroa permanecieron sobre las abejas, 9 estaban muertas al fondo de las colmenas, 2 desaparecieron. En las colmenas africanizadas, 134 Varroa permanecieron sobre las abejas, 10 estaban muertas al fundo de las colmenas, 6 desaparecieron. Sólo 8% de las Varroa fueron definitivamente eliminadas por las abejas europeas, contra 11% por las africanizadas. Estos resultados indican que todas las abejas tienen un reacción inmediata al depósito del parásito, lo que se traduce por un comportamiento de limpieza, pero es más marcado en las colmenas africanizadas que en las colmenas europeas. Sin embargo, la eficacia en términos de eliminación permanece baja, en ambas subespecies de abejas.

b. Mutilación de los ácaros

Para confirmar esta baja eficacia del comportamiento de limpieza, 450 Varroa se colectaron en el piso de varias colmenas de cada subespecie, para observarlas con el estereoscopio. Se buscó toda mutilación eventual, debida al comportamiento de las abejas. Tres tipos de mutilaciones se distinguieron : ausencia de una de las patas del primer par ; ausencia del pretarso del primer par de patas ; presencia de mordidas en el idiosoma.

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Figura 16 : proporción de Varroa muertas presentando un cuerpo intacto,
o mutilaciones a los pretarsos del primer par de patas, al primer par de patas, o al cuerpo

El examen de los datos (ver fig. 5) revela que las mutilaciones se detectaron en proporciones similares en el pretarso 1, la pata 1 y en el cuerpo. Revela sobre todo que la gran mayoría de las fundadoras tienen su cuerpo intacto, tanto en las europeas (90.6%) como en las africanizadas (85.1%). Estos porcentajes, aunque significativamente diferentes, son inferiores al 30% de mutilación observado con Apis mellifera y Apis cerana en China.

Aunque el comportamiento de limpieza esté más marcado en las abejas africanizadas que en las europeas, es muy poco probable que el comportamiento de limpieza de las abejas adultas interfiera con la dinámica de las poblaciones de Varroa.

4. La limpieza de la cría

Se conoce la implicación del comportamiento de limpieza de la cría infestada en lo tolerancia a Bacillus larvae y a Ascosphaera apis desde mucho tiempo, y es probable que tenga un cierto nivel de implicación en la tolerancia a Varroa. Para verificar esta hipótesis, hemos observado la cría operculada en condiciones de alta infestación. El experimento se realizó en noviembre ; es decir, en el periodo de máxima infestación de la cría. En seis colmenas de fuerza comparable (3 europeas y 3 africanizadas), una zona de cría de 140 cm2 que contenía muchas larvas viejas, es marcada con señales de color. La observación diaria de estas zonas de cría permite marcar la fecha de operculación de cada celda con una precisión de 12 horas.

Los experimentos anteriores nos enseñaron que la duración de operculación media es de 11.6 días. Durante los 10 días consecutivos de la operculación, las celdas marcadas se observan diariamente. Para las que ya no son operculadas, es decir que fueron abiertas por las abejas, determinamos : 1) el estado vital de la larva o de la pupa : es evidentemente muerta si está ausente de la celda, o si tiene señas de necrosis (aspecto traslúcido, color gris o negro), o señas de principio de limpieza por las abejas (cabeza o tórax faltantes) ; 2) el estado de infestación de la celda : es evidentemente infestada si las Varroa de cualquier sexo o estadio de desarrollo están presentes sobre la larva o sobre las paredes ; o si se ven acumulaciones fecales, de color blanco, sobre las paredes de la celda. Once días después de la operculación, todas las celdas son abiertas, para determinar si estaban infestadas o no. En total, 1706 celdas de cría de abejas europeas y 2367 celadas de cría de africanizadas fueron observadas.

El examen de los resultados (ver fig. 6) hace aparecer una mortalidad importante de la cría de europeas : 7% de la cría es muerta y limpiada por las abejas, contra 1.5% en las africanizadas. Esto se debe probablemente al hecho que Varroa es un importante vector de bacterias y virus de la cría, y a que la principal consecuencia de una tasa de infestación alta es ante todo una fuerte mortalidad de cría.

Figura 17 : proporción de cría limpiada por las abejas, durante los 10 días siguiente la operculación:
cría muerta y cría viva no infestada en proporción de la cría total ; cría viva infestada en proporción de la cría infestada

Aparece también una tasa alta de cría aparentemente sana y aparentemente no infestada limpiada por las abejas : en total, 24% por las africanizadas, contra 17% por las europeas. Tres hipótesis pueden explicar lo que puede aparecer como pérdida : 1) a pesar de la ausencia de señas de enfermedades, la cría es detectada y limpiada durante el periodo de incubación viral o bacteriana ; 2) todavía a pesar de la ausencia de señas evidentes, la cría fue infestada antes la observación, y limpiada por las abejas, pero las fundadoras Varroa ya han salido al momento de la observación. Sin embargo, esta hipótesis podría explicar el exceso de limpieza solamente durante los tres primeros días, porque después, las acumulaciones fecales no pueden dejar alguna duda ; 3) las abejas detectan la infestación, pero con poca precisión, y no abren exactamente las celdas infestadas.

Finalmente, aparece que las europeas limpian alrededor de 8% de la cría infestada, es decir cuatro veces menos que las africanizadas, quienes limpian 32% de la cría infestada. Como, además, la tasa de infestación era dos veces más baja en las colmenas africanizadas que en las europeas, lo que significa que la cría infestada era dos veces más difícil para encontrar, entonces aparece toda la dificultad del comportamiento de limpieza de la cría. Se podría oponer que la cría es abierta "al azar", pero eso haría aparecer una cantidad tres veces más importante de cría abierta "por error" que de cría abierta a propósito. Se puede entonces concluir que las abejas africanizadas detectan y limpian una tercera parte de la cría infestada, cuando las abejas europeas sólo limpian una décima parte.

Se necesitan experimentos complementarios para definir si la apertura excesiva de cría sana por las abejas europeas resulta de errores por parte de las abejas. El uso de una técnica de infestación artificial de la cría por un número exacto de fundadoras Varroa permitirá controlar que la cría limpiada coincida precisamente con la cría infestada.

5. Conclusiones

Dieciocho meses de estudios en México nos permitieron sacar varias conclusiones en cuanto a los fenómenos de tolerancia natural de las abejas a Varroa. Estos estudios no son para nada desconectados de la realidad de terreno de la apicultura de producción, ya que su objetivo es un perfecto conocimiento de las relaciones abeja-Varroa, que permitirá poner a punto una técnica de control a la vez eficaz, de largo plazo, y respetuosa de las abejas y de sus productos.

Ahora sabemos que las abejas africanizadas en México son tolerantes a Varroa ; esta tolerancia no aparece todo el año, ya que un desarrollo importante de la poblaciones de Varroa es seguido de una diminución de estas poblaciones. Al contrario de todos los demás casos de tolerancia conocidos, la fertilidad de las fundadoras Varroa en ningún caso puede explicar nuestro caso de tolerancia.

El estudio de los factores de tolerancia nos permite concluir que la cría de abejas africanizadas es dos veces menos atractiva para Varroa que la cría de abejas europeas ; eso constituye la primera vía de investigación mayor. Al contrario, la igualdad de la duración de operculación en todas las colmenas observadas parece confirmar el poco futuro de la selección de colmenas con una corta duración de operculación. Igualmente, el comportamiento de limpieza de las abejas africanizadas, a pesar de su intensidad, es poco fructífero, y predice poco éxito para las investigaciones cuyo objetivo es seleccionar abejas que tengan un comportamiento de limpieza marcado. Finalmente, el comportamiento de limpieza de la cría infestada por las abejas africanizadas parece ser de real eficacia ; constituye una secunda vía de investigación mayor.

6. Perspectivas

Hoy en día, se está empezando un nuevo programa de investigación, todavía en México, cuya base sigue siendo una comparación entre abejas europeas sensibles a Varroa, y abejas africanizadas tolerantes. De una duración de dos años, los objetivos de este nuevo trabajo son : 1) buscar las bases químicas de la atractividad de la cría ; 2) buscar las bases químicas y de comportamiento de la limpieza de la cría infestada ; 3) colectar muestras de abejas a lo largo de todo México, para confirmar la hipótesis (no expuesta aquí) de un doble gradiente hibridación de abejas / tolerancia a Varroa ; 4) buscar las bases genéticas de los factores de tolerancia a Varroa. Este ultimo objetivo, de importancia mayor, es de gran amplitud, y rebasará seguramente el cuadro de dos años impartido a nuestro programa actual. Sin embargo, constituye muy probablemente el futuro de la lucha contra Varroa jacobsoni y de la preservación de nuestras abejas.

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