La búsqueda de la identidad de nuestra Hidromiel

Pablo Maessen
Consultor apícola
Enólogo - Técnico Superior en producción y comercialización apícola

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En el mundo apícola actual existe una diversidad de formas de diversificar la producción y lo más increíble o tal vez mágico es la posibilidad de diversificar dentro de la diversificación… Si amigos, esto que suena como un juego de palabras es la base de la innovación apícola de donde nacen nuevos subproductos que marcan tendencias o simplemente quedan en el recuerdo para resurgir en un nuevo momento de la historia dando respuesta a una nueva demanda o necesidad puntual de mercado. Es el caso de la hidromiel que es conocida en el mundo desde el principio de los tiempos y parece estar resurgiendo con mucha fuerza para instalarse en la boca de los consumidores argentinos y latinoamericanos.

Los “fabricantes de hidromiel” se están esforzando en llegar a los mercados por medio de un producto que tenga una aceptación en los diferentes paladares tratando de imponer un sabor de hidromiel “estándar”, intentando hacer atractivo el producto para posicionarse de alguna manera próxima a los “vinos blancos” con sus diferentes variedades. Surgiendo así dos tendencias muy marcadas y sumamente interesantes dignas de analizar. Debo aclarar que en ambos casos estas tendencias productivas están llenas de virtudes lográndose productos de excelente calidad y con amplias posibilidades de aceptación en los mercados consumidores en vías de desarrollo.

El primer grupo es aquel de los “fabricantes más fieles en mantener en la hidromiel todos los sabores y aromas que provienen de la miel que le dio origen”, elaborando verdaderos varietales como lo son: la hidromiel seca de miel de orégano; o hidromiel licorosa de miel de mistol y por qué no una hidromiel espumante de miel de alfalfa. En todos los casos es necesario contar con una “miel”; materia prima con una amplia garantía, si es posible “con papeles” certificación que respalde su origen. Hoy por hoy en Argentina estamos sobrados de centros de investigaciones donde se trabaja duro para la determinación del origen floral de la miel por lo que no es difícil llevar una muestra de aquella miel que consideramos “óptima” para la elaboración de nuestra hidromiel de manera de dar constancia de que estamos partiendo de una miel de corte varietal para lograr una hidromiel que en el futuro podremos repetir y satisfacer a los consumidores que sean fieles a este producto.

El segundo grupo interesante es aquel que basa toda su producción en las mezclas usando las mieles multiflorales o en muchos casos realizando verdaderos cortes de miel hasta lograr la combinación que les dará aquel elixir que reúne todas las características que un consumidor desea. Surgiendo así las combinaciones más increíbles de mieles que un apicultor podría imaginar. Podemos partir de aquellos que emplean mieles multiflorales donde la combinación las hacen las abejas. Todos los apicultores con unos años de experiencia conocemos bien que en la temporada tenemos diferentes mieles producto de distintas cosechas por lo que tendremos la posibilidad de tener diferentes hidromieles como serían los casos de hidromiel de miel pradera o hidromiel de miel de las islas.

En la variedad está el gusto…

Esto no termina simplemente con los cortes que se pueden lograr con las mieles multiflorales que podemos obtener, la imaginación e ingenio de los hidromieleros ha brindado la posibilidad de combinar en la fermentación mieles con frutas surgiendo los más refinados sabores que no tienen nada que envidiarle a los vinos obtenidos en la industria enológica moderna. Por otra parte, también se ha podido rescatar combinaciones citadas en escritos antiguos que nos permiten en la actualidad beber hidromieles muy similares a las bebidas por los pueblos del norte de Europa hace miles de años. En este mismo momento mientras escribo estas palabras en mi “meadery” se encuentran diferentes tipos de hidromieles en diferentes etapas de elaboración, Hidromieles con damascos, moras negras, cerezas, manzanas (cyser), naranjas, en fin hay para todos los gustos.

Para aquellos que pensaban que esto terminaba… no señor hay fabricantes que trabajan con especies logrando hidromieles que en muchos países se toman calientes como se hace con el coñac, las hay con canela; vainilla, pimienta, ají, clavo de olor, laurel, tomillo con una infinidad de matices que pueden deleitar todos los paladares.

Antes de despedirme los invito a probar este trago que hasta el momento solo me dio satisfacciones y creo que puede ser una de las atracciones como aperitivo a la hora de reunirse en familia o con amigos. Colocar en una copa hielo picado, hidromiel preferentemente natural hasta la mitad de la copa, agregar menta fresca picada y completar con agua tónica. No olviden beber con moderación y si no, inviten.Un saludo feliz fin de año y les deseo que cosechen tanta miel que no necesiten mentir.